Yo, que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto eterno,
que han vertido en ti cien pueblos
de Algeciras a Estambul,
para que pintes de azul
sus largas noches de invierno.
A fuerza de desventuras,
tu alma es profunda y oscura.
A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino…
Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
Tengo alma de marinero…
¿Qué le voy a hacer, si yo
nací en el Mediterráneo?
de Joan Manel Serrat